
13 Sep Una sola prenda para toda la lactancia
Lo guay de las nicolasas –está mal que lo diga yo, pero oye–, lo guay de las nicolasas es que con una sola prenda te recorres todos los meses de lactancia materna exclusiva. Acabará hecha una braga, pensarás. Mujer, no. Porque está pensada para usar a diario, todos y cada uno de los días de tu lactancia materna exclusiva (o la de tu amiga/hermana/novia/prima/vecina/whoever).
¿Cómo?
Bueno, pues para empezar, está elaborada en un doble tejido extrarresistente. Extraterrestre, no. E X T R A – R E S I S T E N T E. Por un lado, un piqué robusto de algodón. Por el otro, telita de felpa que absorbe todo tipo de líquidos. Con lo cual, una simple manchita en la cara interna de la prenda, que es la que toca a bebé, no se va a ver ni va a hacer que huela mal. Si bebé regurgita (aka te pota) o se te derrama la leche, eso quedará entre vosotros dos y la nicolasa, que ni dirá nada ni apenas lo notará.
Por otro lado, las nicolasas se pueden usar como camisetas, sin nada debajo, o en modo aprovechar-toda-tu-ropa. Bueno, toda la ropa que te entre en el posparto. Ejemplo: tú te pones tu vestido de cremallera por detrás (no especial para lactancia) y te vas a la calle. ¿Que bebé tiene hambre? Te chimpas la nicolasa encima, al más puro estilo bañista de antaño cambiándose en la playa de San Lorenzo (perdón, referencia gijonesa), le abrochas los corchetes y lista para dar teta sin que nadie te haya visto quedarte en pelotas por dentro.
¿En serio una sola prenda para meses de lactancia? En serio. Es un instrumento que usarás a diario y te permitirá quitarte de encima el estrés de decidir qué ponerte y de gastarte un pastón en ropa para lactancia. Cuando la laves, estírala bien. Secará pronto. Y vuelta a empezar. ¿Vas a vivir sin ella? Nooooo.
No hay comentarios