
09 Sep La vida es algo más que tener un hijo
Ya, bueno, bien. Dile al chaval que está estudiando para selectividad que la vida es algo más que la selectividad, o a la que está escalando el Everest que la vida es algo más que llegar a la cima. Están sobreviviendo, IMBÉCIL. No es que quieran centrarse solo en eso, es que necesitan toda su energía para superarlo. No es que te guste hablar de pezoneras con tus amigas, es que tu pezón parece el puto Arizona. No es que un millón de cosas más, es que acabo de ser madre y no sé lo que tengo que hacer, no doy abasto, no puedo más, no tengo los suficientes referentes, tengo demasiados referentes, bebé llora mucho, pareja no hablemos de pareja, tengo sueño, tengo sed, estoy cansada, quiero trabajar, no quiero volver al trabajo, mamá, ayúdame, déjame en paz, ay, no sé.
¿Has pensado que tu amiga esa que antes era súper interesante ahora es un coñazo?
Pues eres IMBÉCIL.
Y amachirulada/o, por cierto. Porque no, no ha tenido una epifanía que le ha dicho “Mujer, darás a luz y perderás todas tus dotes sociales e intelectuales, te volverás eternamente mohína y olvidarás ipso facto todos los datos interesantes que antes compartías con tus seres queridos”. No, amor, no estuvo disimulando toda su vida su verdadera y única faceta, que es la de ser madre, para seducirte. No engañó a todo el planeta aparentando que le interesaba la política mundial, la biología, los coches, la literatura rusa. Nein. Es que, tu amiga es, además de todo lo interesante que fue siempre, una persona conectada con su propia naturaleza, y, al ser madre, ha activado su mecanismo de supervivencia para proteger a su cría y protegerse. Como lo tuvo que hacer tu madre y todas las mujeres de la humanidad que han pasado por esta situación. Lo que está viviendo tu amiga no es algo excepcional, unas lo llevarán más intensamente y otras con mayor levedad (dependiendo mucho de su situación, el carácter de su bebé, etc.), pero todas ellas lo hacen lo mejor que pueden y necesitan apoyo de las personas que les rodean.
Así que, oye, amiga/o, ¿qué tal si tú te apiadas un poco, le das comprensión, tiempo y ayuda en lugar de andar rajando de que esa chorva se ha vuelto un coñazo? ¿Qué tal si le preguntas cómo se siente? ¿Qué tal si, ya que tú no lo has vivido, te aproximas a ella con interés genuino por lo que está pasando?
¿Qué tal si le escuchas y aprendes algo de todo lo que te cuenta?
Gracias, Achu <3
Paky
Publicado a las 20:34h, 09 septiembreBueno, la maternidad no es fácil, pero es lo más maravilloso del mundo!!
Elena
Publicado a las 06:31h, 10 septiembreEs otra dimensión, sin duda. Aunque suene a tópico, es cierto que sólo una vez que eres madre, puedes entenderlo 🙂