
20 Sep De follar ni hablamos
O igual sí. Porque todo está tan revolucionado en tu interior, que lo mismo te da por lanzarte al pescuezo de tu amado/a que por hacerte una trinchera de pañales para que nadie se te acerque a menos de dos metros de distancia.
Muchas mujeres tienen todo el tema complicado tras del parto hasta casi (o sin casi) un año después. (Con todo el tema quiero decir la vagina, la vulva, los labios mayores, menores, clítorix, ano, todo eso que usamos para procurarnos y procurar placer, desahogo, a veces hijxs y, bueno, en general ya sabéis a lo que me refiero: todo el tema).
El caso es que
Hay mujeres que lo llevan muy bien, que se les queda el área niquelada al poco de dar a luz (no sé cuánto es al poco… ¿dos meses? ¿cuatro?) y hay otras que tienen declaración de zona catastrófica permanente revisable, lo cual no les importa demasiado, porque en general, la libido, encontrándose así de mal, no acompaña. Menos aún si les da asco (real, no ideológico) que les roce los pezones un ser vivo que no sea bebé durante la lactancia, cosa común en mujeres lactantes.
Así que quien sí tiene que acompañar y comprender es la pareja, eso lo damos por sentado. Pero, claro, ellos/as no han sufrido un cambio físico y, aunque también estarán durmiendo regular, sus necesidades sexuales no se han visto esencialmente alteradas. Qué faena. Que sí, que más faena es el parto, bien, no trato de comparar. Trato de EMPATIZAR y entender que, lo mismo que tú estás fastidiada por los efectos simpáticos que ser madre ha provocado en tu cuerpo, tu pareja puede estar, además de emocionadx por la nueva situación vital, un poquico alterado/a porque su vida sexual se ha visto fulminada, mientras sus anhelos ahí están, erguidos, trajeados, ramo de flores en mano, dando toquecitos a la puerta de su escroto.
Lo suyo es que ambas partes comprendan y se pongan en la piel de su pareja, que no presionen ni traten de cambiar los sentimientos ni las sensaciones del otro, que jamás se lo tomen como algo personal y que formen equipo en estos tiempos difíciles, que se pasan y todo vuelve a donde estaba. Y que se hable mucho, mucho, que es un consejo que a mí me repatea, porque, obviamente, las parejas con comunicación sana, hablarán por defecto, y las que han elegido parejas románticas Mr. Darcy y no la tienen, piensan: «No te jode, ya me gustaría a mí que se hablase mucho, pero no hay manera». Así que lo retiro, qué rabia me da.
Mucha paciencia, compañeras, y una certeza: hay vida más allá del posparto e, incluso –ojo, esto acaba en alto-, se han dado casos de accesos multiorgasmáticos*.
¡Besis!
* Invented word, true story.
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